La historia de la caza de la ballena, el mamífero más grande del planeta creo que refleja muy bien el comportamiento destructivo de la propia historia del ser humano. Pero no solamente el destructivo sino también el sentimiento de culpabilidad pues en innumerables ocasiones las voces y los gritos a favor de este majestuoso animal han sonado y retumbado alrededor de todo el mundo. Si bien hacia el siglo XI, que es cuando se tiene constancia de las primeras capturas de cetáceos, la caza de ballenas atiende más a necesidades vitales del hombre, pues sobretodo su aceite era muy preciado como combustible para los candelabros de la época (en ausencia de electricidad, pues aceite de ballena) desató la fiebre de la caza masiva.